Aquella mañana “Chico” pensó en el conejo que había visto. Era peludo, pequeño y verde. Después se tiró un pedo y reflexionó, los conejos también se tirarán pedos?... El ordenador emitía un sonido especial, un gritito agudo salía de sus entrañas y de un zapatazo “Chico” cerró de golpe el aparato. También pensó en el todo de voz de la chica de ayer; la que le enseñó el conejo, era agradable y decía cosas interesantes. Tras tocarse la tripa, se dio cuenta de que le dolía la barriga, aunque no tenía gases…ayer comió un kebap o dios sabe que era aquello…y se acordó de que debía cagar, así que se fue al water y allí se sentó un buen rato mirando al vacío, al techo. Al suelo, las paredes y las etiquetas de champús. Mas tarde, volvió a la cama donde se quedó dormido otra vez.
2 comentarios:
Muy bien cojones, muy bien. Así. Coño que no vas a aprender en la vida.
Aquella mañana “Chico” pensó en el conejo que había visto.
Era peludo, pequeño y verde. Después se tiró un pedo y reflexionó, los conejos también se tirarán pedos?...
El ordenador emitía un sonido especial, un gritito agudo salía de sus entrañas y de un zapatazo “Chico” cerró de golpe el aparato.
También pensó en el todo de voz de la chica de ayer; la que le enseñó el conejo, era agradable y decía cosas interesantes.
Tras tocarse la tripa, se dio cuenta de que le dolía la barriga, aunque no tenía gases…ayer comió un kebap o dios sabe que era aquello…y se acordó de que debía cagar, así que se fue al water y allí se sentó un buen rato mirando al vacío, al techo. Al suelo, las paredes y las etiquetas de champús.
Mas tarde, volvió a la cama donde se quedó dormido otra vez.
pio pio
Publicar un comentario